De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Para otros usos de este término/definición/cosa, véase Alemania (desambiguación).
| De la serie Países del planeta tierra: | |||||
| Großdeutsches Reich "Gran Imperio Alemán Nazionalsocialista del Führer" | |||||
|---|---|---|---|---|---|
| |||||
| Lema: Ein Volk, ein Reich, ein Führer (y esta vez no es de coña...) | |||||
| Himno: Das Lied der Deutschen
| |||||
| |||||
| Capital | Berlín (o Hitlerópolis) | ||||
| Mayor ciudad | Berlín (aunque el gueto de Vasrosia estuvo por allí) | ||||
| Lenguas oficiales | alemán con acento nazi | ||||
| Gobierno | dictadura antidemocrática elegida por votación | ||||
| Führer | Adolf Hitler | ||||
| Área | del río Mosa al Niemen y del río Adifio al Belt | ||||
| Población | 70 millones de arios y -6 de judíos | ||||
| Moneda | Reichsmark | ||||
| Zona horaria | GTM+2 | ||||
| Dominio Internet | .Groß | ||||
| Código telefónico | ¡Heil mein Führer!
| ||||
| ¡Stalin, cabrón, saluda al campeón! | |||||
La Alemania Nazi, o Tercer Reich, o Imperio del Mal, también llamada a veces La parte peligrosa del Eje, fue el nombre que se dio a Alemania durante el reinado del emperador-führer Adolf Hitler, comprendido entre 1933 y 1945, conocido por la creación de viviendas a parte para evitar que los judíos pudiesen trabajar sin ser molestados, y por librar una guerra de proporciones bíblicas ya profetizada en el siglo XVI por el gran estafador Nostradamus.
El III Reich fue el único momento de la historia mundial en el que Alemania sola bastaba para que Francia e Inglaterra se acojonasen seriamente, ya que Hitler puso en marcha, con la ayuda de fabricantes de latas de conserva y la familia Krupp, de fabricantes de artillería y otras armas lanza-pepinazos, un proyecto de construcción de panzers, submarinos piratas y cohetes espaciales para ser usados contra simpáticas ciudades inglesas. Los tranquilos aldeanos y pianistas polacos fueron testigos de las devastadoras consecuencias de loa ataques de panzers sobre las cosechas de coles de Polonia.
Hitler pudo poner en marcha sus maquiavélicos planes gracias a su mágica religión, el nazismo, una ideología enemiga del cristianismo y del rojismo soviético. Gracias a las toneladas de muebles, juguetes y dientes de oro que Hitler requisó a los judíos, que eran par él una especie de bichos de la suerte, ya que le servían para casi todo: construir armas, perseguir a otros judíos y otras salvajadas de las que más vale que hablen los judíos con Alemania, a ser posible, con latas de gasolina y lanzallamas.
El glorioso Imperio Nazi del Mal, según lo que decía Hitler, iba a durar 1000 años, pero una coalición de capitalistas americanos, conservadores ingleses, republicanos franceses y rojos comunistas de la U.R.S.S. dijo: ¡Venga ya, hombre, que la guerra fría no puede esperar mucho! Entonces Hitler se suicidó con una pistola (según él) o con cianuro (según Stalin y sus kamarrradass), tocando el imperio a su fin. El botín de guerra fue tan grande, que Alemania se partió en dos mitades, una para los americanos y otra para los rusos.
La Alemania nazi compite con Prusia y el Sacro Imperio Romano Germánico por el primer puesto en el ránking mundial de imperios desastrosos, pero nadie se atreve a darle el primer puesto, por temor a que vengan los hebreos a devolver el golpe pero con veinte veces más fuerza.
Antes de que el tito Adolf ganara las elecciones de 1933 y llegara al Kremlin Reichstag, Alemania, que desde 1919 tenía el ridículo nombre de República de Weimar, y estaba regida por un general gordinflón de 90 años de la Primera Guerra Mundial llamado Hindenburg, como un zeppelin que ardió y voló por los aire (metafóricamente, es decir, que explotó), estaba llena de comunistas y socialdemócratas cristianos, que eran enemigos de los nazis, un partido minoritario, como ERC.
Hitler ganó gracias a las brillantes ideas, que indudablemente, todo el mundo conocía, ya que su best seller, el Mein Kampf, se vendía desde hacia muchos años. Los comunistas fueron enviados a España para luchar en las brigadas guiris en la Guerra Civil Española, y los demás fueron encerrados en catacumbas. Hitler se nombró jefe supremo del mundo estado alemán, haciendo de dictador elegido democráticamente.
Así pues, sólo fue permitido un único partido, el Partido Nacionalsocialista de los trabajadores vagos.
Conocido en círculos intelectuales como NSDAP y entre círculos no intelectuales como ¿qué los nazis tenían un partido? Era un partido político basado en el culto al Dios Hitler, el odio a los comunistas y a los judíos, el amor a la cerveza, y ser nacionalista, socialista y obrero. Aunque por esta definición se pueda suponer que era una casa de locos, era un chollo ser nazi en esa época.
La escuela era gratis, los macarrones también, te regalaban un uniforme molón, un brazalete con una esvástica para acojonar a todos, y eras admirado en los colegios. Debido a todas estas ventajas, todos los alemanes con cerebro eran del partido nazi. Si eras rojo y te pillaban... a la guillotina.
El partido nazi tenía muchas secciones, para que cada uno se alistase donde más encajaba. Así pues, había las SS, las SA, las Juventudes Hitlerianas, etc, etc... Los que se divertían llevando pistolas y gorras de béisbol, a las SA, los que pensaban ir más allá, a las SS, y los niños pequeños, a las Juventudes Hitlerianas, a aprender como manipular un Panzerfaust.
Antes del reich de Adolf, a Alemania le habían robado algunas zonas, que fueron regaladas a Francia (¡¡Coño!!), Polonia (Aún más humillante), a Checoslovaquia y tal... Hitler y sus amigotes se zamparon Austria haciendo el Anchluss, Checolovquia, Polonia y Francia, así que los nazis tenían toda Europa en sus garras, menos la U.R.S.S. y Suecia y Suiza. El resto era suyo o de amiguetes como Paco I de España, Beni el macarroni y otros...
La parte buena era Alemania y Austria, el resto era caca o instalaciones comunales para hijos de Abe. Francia no estaba mal, pero estaba llena de franceses, así que olvídense. Polonia fatal, sobre todo en Varsovia. Checoslovquia era aceptable. En Rumanía estaba Vlad Tepes, en Croacia, Hungría y Bulgaria, Mussolinis de tercera clase, y la Italia fascista tenía Albania y Grecia.
En 1941, Hitler ordenó la Operación Barbarroja para cometer actos de pillaje en tierras rusas, con el objetivo de cazar rojos y llevarlos como esclavos a los fábricas de tanques y latas de conservas de Alemania en auxilio de los cada vez más escasos judíos. Las zonas conquistadas de la U.R.S.S. estaban regidad por caudillos locales de las SS, pero Stalin recuperó terreno en 1943 y se abrió paso hacia Berlín.
En 1944, los americanos y los británicos y canadienses y franceses echaron a los nazis de Francia y los enviaron a Bélgica y Holanda para que se divirtiesen tirando con mauser kar 98k al plato paracaidista aliado en la operación Mercado Jardín. Cuando Hitler huyó a Argentina se tragó una cápsula de cianuro, Stalin y los cerdos capitalistas que pretendían destruir el estado humanitario de la U.R.S.S., se repartieron el Tercer Reich, quedándose los rojos de medio Berlín hasta Polonia, y los capitalistas de medio Berlín a Francia.
De todas las tierras que tenían los nazis, sólo Alemania no la robaron. El resto, sí. Los métodos para adquirir ilegalmente otros países eran muy diversos, pero todos tuvieron algo en común: los franceses padecían ceguera crónica, los ingleses ataques de superioridad isleña, y los italianos, fascismo agudo. Hitler fue hábil para robar, y vaya si robó.
Una lista de países robados y el método por el que lo fueron:
Cuando Hitler llegó al Reichstag por primera vez para no ser juzgado, Alemania no tenía un duro marco, ya que los banqueros judíos capitalistas habían estafado a la bosla neoyorquina en el 29, arruinando a medio mundo (el otro medio, entre ellos España, ya estaba arruinado). Para recuperarse de este batacazo, Hitler comenzó a expropiar cosas: primero expropió partidos políticos, después, libros, depués judíos y finalmente, comercios enteros.
Hitler sacó mucho oro de los banqueros judíos de Alemania, pero para compensarlos, valiéndose el el derecho de la raza aria, Adolf los envió a trabajar día y noche en fructíferas empresas industriales, como Krupp (artillería), BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen, Opel... Por supuesto, los judíos no cobraban nada. Al irse acabando los judíos, en 1941, la SS visitó Rusia para hacer pillaje y comenzó a enviar prisioneros de guerra rusos en trenes y camiones a las fabricas. La Operación Barbarroja suministró además ucranianos y judíos de la U.R.S.S.
En Ucrania y Rusia se montaron empresas de comida, y de petróleo. Así, a base de prisioneros de guerra, se produjeron millones de coches, trenes, cañones y electrodomésticos para el hogar. Y eso que los nazis eran anticapitalinos.
Artículo principal: Mein Kampf
La ideología nazi es la que todo el mundo profesa en el Tercer Reich, bueno, todo el mundo el la calle, porque en lugares como las cárceles, los campos de prisioneros, los guetos judíos y los campos de concentración, sólo los tipos que llevan un uniforme con estos símbolos 
son nazis. El resto espera pacientemente a que lleguen Stalin y los yanquis para librarse de las cadenas y hacerse con un bate de béisbol.
El origen del nazismo es un asunto muy debatido. Unos dicen que se inventó en un cuarto oscuro y mohoso de una posada de Praga, y que el tipo que lo inventó fue un tal Friedrich Nietzsche, creador de Superman y hombre que trató (en vano) de matar a Dios. Esto pasó en 1880 y años cercanos. Por entonces, un niño austríaco recibía bastonazos en el trasero por no saber sumar. Se llamaba Adolf Hitler, y era malo.
Hitler fue cabo en la Primera Guerra Mundial, y se cabreó muchísimo cuando los franceses le devolvieron a su país el golpe de la Guerra Franco prusiana. Desde 1919, Hitler se dedicó a planear la vengaza de Alemania. Robó algunos libros escritos por Benito Mussolinni acerca del fascismo, y mientras estaba en la cárcel por golpe de estado, se los leyó y copió, dando así lugar a la ideología nazi, basada en los siguientes puntos:
Por supuesto, todo esto (menos los puntos 1, 2, 3 y 4), puede cambiar, ya que no viene mal tener a 3 millones de ucranianos y a 3 de húngaros pegando a soldados del ejército rojo. Para mantener el cumplimiento a rajatabla de los cinco puntos eran imprescindibles las SS, las guillotinas disuasorias y los campos de atracciones. Las cosas fueron bien, ya que los nazis sacaron muchos votos. En el 45, cuando los aliados pisotearon suelo germano, no obstante, todos los alemanes decían no ser nazis.
Aunque todos conocemos a los nazis por sus campañas militares y sus skin-heads, Hitler no era militar, ya que sólo fue cabo raso y era un desastre ordenando ataques estúpidos a Stalingrado y Moscú. El füheres cuenta entre sus hechos y dichos, varios acontecimientos políticos de una importancia cabal. Los más importantes son estos de aquí abajo:
En el 32, Hitler soltó algunos perros de presa por dos o tres ciudades alemanas, provocando un caos apocalíptico. El presidente Paul "Zeppelin" Hindenburg, de 90 años, pactó con él para nombrarle canciller si echaba a los perros. Siendo ya canciller, Adolf cogió una lata de gasolina y un mechero y se fue al Reichstag. Encendió un fuego para calentar a los inmigrantes polacos judíos, extendiéndose este y quemando el Reichstag entero. Hitler culpó a los rojos. Estos se cabrearon porque Hitler les había robado la idea.
En el 33, en las elecciones del 30-N, Hitler consiguió mayoría absoluta e instauró la dictadura führeriana, prohibiendo bosnios musulmanes, italianos, ucranianos y todo aquel tipo que pudiera empuñar un máuser 98k por el Reich).
La gran cacería comenzó. Los funcionarios judíos fueron despedidos. Luego, algunos exaltados del medioveo, armados con guadañas y hoces asaltaron sus casas, les cortaron las cabezas y las empalaron en estandartes de las SS. A todo esto, en Alemania las cosas iban bien. El dinero iba en aumento. Per en el 39, Adolf, después de ganar Austria en una partida de póker con Mussolini, decidió hacer un dúo con Stalin contra Polonia. La guerra fue tan fácil como mandar mil panzers III contra unos cuantos húsares de los de Waterloo, pero Francia y Gran Bretaña se enfadaron. Hitler les había prometido que iba a portarse bien.
Por ello, le declararon la guerra. En la frontera alemana no había más de 2 tanques y 4 aviones, pero Francia no quiso atacar. Cuando llegaron los muchachos de Polonia, era demasiado tarde. La guerra relámpago llevó a Hitler a buscar el Santo Grial en Montserrat (desconocía que Indiana Jones se lo había quitado). Por el camino, destruró Francia con la ayuda de los zorros espectrales de Erwin Rommel. También cayeron Bélgica y Holanda. Sólo quedaba Inglaterra.
Para derrotar en Inglaterra, los nazis imitaron a los vikingos: en vez de atacar a los francos con cotas de malla, atacaban a los aldeanos y luego huían en sus veloces drakkars. El problema aquí, es que a diferencia de los francos, los ingleses tenían trastos capaces de perseguir a los aviones alemanes y darles caza. Hitler perdió muchos zeppelines, cazabombarderos y halcones de los que usaba para cargarse a las palomas mensajeras.
En casa no todo andaba bien. Stalin se inquietaba. Sus temores se hicieron realidad cuando Adolf llegó en dos día a Moscú con 2 millones de alemanes bárbaros y algunos iberos. Stalin sufrió siete infartos seguidos, pero gracias a Dios el fantasma de Karl Marx, sobrevivió. Viendo que la U.R.S.S. tenía 150 millones de campesinos, Stalin los lanzó a todos contra las tropas de Hitler, llegando a Berlín en 1945, después de morir muchos de esos aldeanos. En el otro lado, algunos guiris de las islas y sus primos había hecho un desembarco en Normandía, y cazaban a los alemanesa que nadaban en el Rin. Las cosas estaban fatal.
Mientras Stalin encendía un puro en el Kremlin y sus soldados asediaban Berlín abase de cócteles molotov, cargas suicidas y perros de guerra, todos los tipos duros que quedaban del Reich estaban combatiendo entre las ruinas de Berlín con sus MP-40. Hitler, su osito Bobo, Eva Braun (la novia de Hitler), el amigo Goebbels (ministro de timos), la familia Goebbels y algunos generales cuyos ejércitos descansaban en estómagos comunistas, estaban encerrados en un lujoso búnker de 5 estrellas. Hitler jugaba al risk con sus generales, pero cuando sus tropas avanzaban hacia Moscú, él creía que realmente era así.
Las cosas estaban muy mal. Se oían bombazos arriba. Winston Churchill quería capturar a toda la cúpula principal del Partido Nazi y cargársela con su Thompson M1928 (con la que se cargó al taxista que lo atropelló), para luego cortarles las cabezas y disecarlas. Stalin quería hacer lo mismo, peor para enviarlos a Siberia, a las minas de Mithril de Bulgar. Pero aquí quienes mandaban era los americanos, que tenían a todos los peces gordos, y los rusos sólo a algunos pececillos. Hitler supo que había llegado la hora de la verdad. Como no quería acabar haciendo de abrigo para Stalin, cogió a Bobo, se lo llevó a su despacho y le confesó la verdad: "¡¡Por tu culpa, todo ha sido por tu culpa!!"
Se ignora que fue de Bobo, pero Hitler cogió a Eva Braun y se la cargó. Luego miró que le quedaba en los bolsillos: una pistola y una cápsula de cianuro. Ante la duda de que usar para irse al otro barrio, se tomó la cápsula y se pegó un tiro. Entonces Barad-dur se destruyó y los alidados entraron en Berlín violando a campesinos alemanas (los rusos se dieron un festín de carne de caballo). Aunque todavía quedaban cuatro generales armados con Lugers y deseosos de salvarse, el Reich se fue al carajo.
Se pueden perder dos Guerras Mundiales, pero a la tercera va la vencida.
Himno Nazional cantado por Hitler
Autor(es):
